miércoles, 20 de marzo de 2013

La alteracion de la naturaleza


Cada grupo o sociedad dará un sentido diferente a este concepto, siendo posible sostener puntos de vista opuestos o muy radicales. ¿Qué es lo que deseamos?, ¿Cuáles son nuestras metas?, ¿Cuáles son nuestros satisfactores? ¿Cuáles son nuestros valores respecto del presente y del futuro?
La respuesta a estos interrogantes conformará la imagen de progreso.
Así, la idea de desarrollo se encuentra asociada al concepto de cambio en sentido positivo y expresa, en forma generalizada, un proceso desde condiciones o estados inferiores a otros superiores o mejores. De este modo, este término está orientado, en gran medida, hacia la satisfacción de las necesidades humanas.
A inicios de este nuevo siglo, es posible analizar las fuerzas que se visualizan en la región latinoamericana, donde convergen y coexisten diversos estilos de relación de las sociedades con el ambiente y, en consecuencia, distintas concepciones de desarrollo. Quizás, la concepción más difundida de desarrollo es aquella que está vinculada a la modernidad que, desde hace más de un siglo, se basa en los logros tecnológicos occidentales para mejorar la calidad de vida.
Desde su inicio, la modernidad se expandió con fuerza como ideología, por encima de otras concepciones en vigencia, probablemente por la fuerza de la tecnología que no sólo marcó el dominio sobre lo natural y su alejamiento del mismo, sino, también, la aparición de procesos sinérgicos de atraso y adelanto respecto de las mismas.
Así, Darci Ribeiros (1993) indica para Latinoamérica que “Nosotros emergimos, nacimos en el curso de una revolución tecnológica que fue de la mano oceánica, el hierro fundido, la tipografía, todo lo que surgió desde hace quinientos años: somos fruto de aquella revolución tecnológica. La revolución industrial cambió, otra vez, a todo el mundo. La revolución que está en curso y que, para dar fecha, yo diría que empezó en la posguerra, también cambió nuestras vidas. Los cambios radicales en las formas de conducta serán más feroces e intensos en los próximos cuarenta años. Nosotros, que vivimos novedades increíbles, con transistores, computadoras, energía nuclear, teléfonos, televisores, cine en color, vamos a ver cosas aún más prodigiosas. El gran riesgo es que, en esta nueva civilización, nosotros entremos, otra vez, por la vía de la actualización histórica”.
Por otra parte, Galeano (1993) agrega “fin de siglo, fin del milenio, tiempo del desprecio. Pocos propietarios, muchos poseídos, pocos opinadores, muchos opinados, pocos consumidores, muchos consumidos, pocos desarrollados, muchos arrollados. Los pocos cada vez menos, los muchos cada vez más, dentro de cada país y en el mapa internacional. A lo largo de este siglo la brecha que separa a los países pobres de los países ricos se ha multiplicado por cinco”.
Sin embargo, es común escuchar generalizaciones respecto del desarrollo, no discriminando los pareceres de las distintas sociedades, sino diferenciando países “menos desarrollados” y otros “desarrollados”.
Frente a esta situación, la tecnología -nuestro mediador con el ambiente- se transforma en instrumento de atraso más que de desarrollo, si no surge de la misma sociedad; si es importada y consumida.
Emerge así la necesidad de reflexionar respecto del estilo de desarrollo, los recursos, la tecnología y las necesidades a satisfacer de nuestras sociedades. Es necesario saltar la brecha, tomando lo tecnológicamente más importante para nuestro crecimiento y para el mantenimiento de los valores ambientales. (CUADERNO DE CONTENIDOS BÁSICOS - PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ)

Fuente(s):

Cuaderno_de_Contenidos.pdf
CUADERNO DE CONTENIDOS BÁSICOS - PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO

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